
Dentro de los diseños de sistemas de rociadores contra incendios, la corrosión sigue siendo la mayor amenaza que compromete tanto la confiabilidad como la eficiencia, sin mencionar los daños a la propiedad y el pago adicional por la restauración. En los sistemas de extinción de incendios secos y de acción previa, la corrosión sigue siendo un problema. Para comprender por qué el uso de nitrógeno es mejor que el aire comprimido como gas de supervisión, primero se debe entender cómo funcionan estos sistemas y por qué se produce corrosión dentro de ellos.

Extinción de incendios en seco y de acción previa (Pre-action)
Un sistema de supresión en seco no requiere agua pero no está exento de sufrir corrosión. Debido a diversas exposiciones químicas, las tuberías de metal se oxidan y, por lo tanto, se dañan. Este efecto también ocurre con los sistemas de extinción de incendios de acción previa.
Los sistemas de supresión de incendios de acción previa pueden utilizar agua y también dejarán rastros de corrosión si se lleva a cabo un drenaje inadecuado. Sin embargo, incluso sin una cantidad significativa de agua, los sistemas contra incendios de acción previa desarrollarán corrosión debido al uso de aire comprimido. Ya sea que se use sistemas de acero galvanizado o negro, el metal se oxidará. Esto significa que no se debe cambiar ni el sistema ni el material para evitar la corrosión, sino el gas de supervisión.
Gas de supervisión
Para presurizar las tuberías se utiliza aire comprimido en los sistemas de extinción de incendios secos y de acción previa. Los resultados de varios experimentos presentan datos que muestran que este gas de supervisión es defectuoso debido a la humedad que emite y que es la razón por la que se produce corrosión dentro de las tuberías.
Los resultados sugieren un cambio en el gas de supervisión de aire comprimido a nitrógeno. Incluso cuando se utilizan sistemas de acero galvanizado o negro, incluso si hay presencia de agua atrapada en las tuberías (tal podría ser el caso de los sistemas de extinción de incendios de acción previa), el uso de nitrógeno al 98% ayuda a combatir el problema de la corrosión.
Resultados
Al reemplazar el aire comprimido con nitrógeno, ambos sistemas de extinción de incendios se beneficiarán tanto en eficiencia como en durabilidad. La reducción de la corrosión mejora en un 43% y resulta aún más eficiente en tuberías de acero negro en un hambiente seco. El cambio de gas de supervisión también aumenta la vida útil del sistema de extinción de incendios haciéndolo 5.3 veces más duradero. Sin duda el nitrógeno es la mejor opción cuando se busca el mejor inhibidor de corrosión en los sistemas de extinción de incendios.

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