
Dentro de la cultura de seguridad que actualmente guía múltiples industrias en México, tiene gran importancia el contar con un eficiente sistema de protección contra incendios cuyo diseño y disposiciones ayuden a prevenir y controlar un evento de fuego no controlado que pueda poner en riesgo la vida de las personas, activos y la línea de negocio de dichas industrias. Es aquí sonde la soportería antisísmica para sistemas contra incendios entra en juego.
En el evento de un terremoto, dependiendo de la magnitud, componentes tales como las tuberías de los rociadores contra incendio entran en riesgo de ser violentamente sacudidos, provocando roturas y como consecuencia la liberación de agua; una situación que puede llegar a dañar los sistemas de depósito o suministro de agua, reduciendo considerablemente la efectividad del sistema contra incendios. Es aquí donde nace la importancia de la soportería antisísmica para evitar que el sistema de tuberías oscile o se columpie si se llega a presentar un sismo.
Después de abordar la importancia de la soportería es necesario que conozcamos cuáles son los elementos o cálculos que determinarán las fuerzas sísmicas a las que se someterá el SCI. Gracias a esto lograremos asegurar su rigidez en caso de un sismo.
Coeficiente sísmico
De acuerdo con la norma NFPA 13, la norma para la instalaciones de sistemas de rociadores, para determinar este coeficiente primero se debe conseguir el valor de aceleración con el que oscilará el sistema de rociadores por efecto de un sismo, y que es conocido con el término “Aceleración espectral de periodo corto”. Una vez conseguido este valor se recurre a la NFPA 13 para determinar el coeficiente sísmico que se usará en el cálculo de las fuerzas sísmicas antes mencionadas.
De acuerdo con el documento Normas y especificaciones para estudios, proyectos, construcción e instalaciones, creado por el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa en asociación con la SEP, se han establecido coeficientes sísmicos con base en la regionalización sísmica de la República Mexicana. Dichas zonas denominadas como A, B, C y D, representan áreas de menor a mayor riesgo sísmico y se han definido básicamente en función de la sismicidad propia de cada región. Encuentra más detalles sobre esta zonificación en el siguiente enlace https://bit.ly/3FpT6MZ
Fuerza horizontal
La revisión de esta fuerza será presentada multiplicando el peso de las tuberías llenas de agua e incremento del 15 % por el coeficiente sísmico anteriormente mencionado.
Fuerzas de reacción vertical
El último punto para revisar será que la tubería de protección esté colocada de forma inclinada ya que invariablemente va a producir fuerzas de reacción vertical por efecto del sismo. Por ende, y para evitar que sean éstas las que colapsen el sistema contra incendios, su propósito tendrá que ser en sentido lateral.
La norma NFPA 13 establece que hay que considerar esta fuerza en aquellos proyectos donde el coeficiente sísmico sea superior a 0.5 y el ángulo de inclinación del tubo sea menor a 45° y en los que si dicho coeficiente sea mayor a 1 y el ángulo menor a 60º.
Ahora que hemos ampliado nuestro conocimiento de las fuerzas sísmicas a las que se someterá la soportería antisísmica dentro de un SCI, es importante destacar que para que esta pueda cumplir la función a la perfección la soportería debe de estar diseñada con la más alta calidad en la industria.
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